El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sufrió el peor cacerolazo en sus dos años de gestión. Se escucharon las protestas incluso en los barrios donde en 2018 había ganado ampliamente.

Las protestas se llevaron a cabo en el marco de la crítica a su manejo de la pandemia, la incertidumbre frente a la vacunación y la falta de oxígeno en hospitales en Manaos, Amazonas.
Los cacerolazos al grito de “Fuera Bolsonaro y “Genocida” se escucharon en barrios populares y ricos de San Pablo y Rio de Janeiro. Desde las 20:30 y por espacio de diez minutos, las cacerolas se hicieron escuchar también en Belo Horizonte, Porto Alegre, Curitiba, Florianópolis, Salvador, Recife, Fortaleza, Maceió y Sao Luiz, entre otras ciudades, de acuerdo a los medios locales.
En las redes sociales, distintos usuarios se encargaron de mostrar el masivo cacerolazo que se vivió en varias zonas de Brasil durante la noche del viernes.
Los barrios de clase media alta de Manaos, lugar en donde Bolsonaro triunfó altamente en las elecciones de 2018 y las municipales de noviembre pasado, mostraron un repudio al mandatario debido al segundo colapso hospitalario por la pandemia, que provocó 208.246 muertos.
Los pedidos de renuncia en el cacerolazo estuvieron precedidos por una declaración del presidente de la Cámara e Diputados, Rodrigo Maia, que redujo el ímpetu de la oposición que busca un juicio político, ya que afirmó que el proceso de destitución es algo “para discutir en el futuro”. Por su lado, Bolsonaro cuenta con base parlamentaria capaz de obstruir pedidos de impeachment.