Cientos de estudiantes de escuelas públicas de Hurlingham estudian tapados con mantas por la falta de gas o calefacción en sus establecimientos. A diez meses de la tragedia de Moreno, los problemas de infraestructura en las escuelas se profundizan.
Tapados con frazadas o con las camperas puestas durante toda la jornada, los estudiantes de Hurlingham asisten a clase en establecimientos que no tienen habilitado el gas o no cuenta con calefacción en condiciones.
La situación es compleja. Luego de la trágica explosión en una escuela de Moreno, en la que murió la docente y vecina de Villa Tesei, Sandra Calamano junto al auxiliar Rubén Rodríguez, cientos de establecimientos de la provincia se Buenos Aires vieron afectado el suministro de gas en los edificios por cortes del servicio debido a pérdidas o instalaciones sin mantenimiento adecuado.
Según un relevamiento que hizo este portal, en Hurlingham cerca del 60% de los establecimientos educativos tienen problemas relacionados con el suministro de gas o con desperfectos en los calefactores. Este porcentaje incluye jardines de infantes, primarias y secundarias públicas.
Para hacer frente a las bajas temperaturas, los estudiantes optan por llevar frazadas y así poder permanecer en las clases. En el nivel inicial, los padres abrigan con camperas, bufandas y gorros a sus hijos.
Docentes, estudiantes y el conjunto de la comunidad educativa busca estrategias para contrarrestrar la falta de inversión del Estado y la vulneración de derechos básicos como el acceso a la Educación en condiciones justas y el resguardo de la Salud.