Los bloques opositores en el Congreso lograron rechazar los tres polémicos DNU firmados por el presidente Mauricio Macri a principio de año. Los decretos sobre extinción de dominio, privatización de frecuencias de Arsat y la creación de la Agencia de Deporte Nacional, en reemplazo de la Secretaría de Deportes. Ahora, los DNU deberán ser tratados por ambas Cámaras y la oposición deberá ratificar el rechazo para conseguir la anulación.
Los bloques opositores en el Congreso lograron rechazar los tres polémicos DNU firmados por el presidente Mauricio Macri a principio de año. Los decretos sobre extinción de dominio, privatización de frecuencias de Arsat y la creación de la Agencia de Deporte Nacional, en reemplazo de la Secretaría de Deportes, recibieron el rechazo de la mayoría de la Bicameral Permanente de Trámite Legislativo.
El decreto de extinción de dominio fue presentado en enero por el presidente Mauricio Macri en una conferencia de prensa en el Salón Blanco, pero recibió críticas de especialistas, constitucionalistas y el arco opositor por avanzar unilateralmente en materia de legislación penal, por invertir la carga de la prueba y por intentar confiscar bienes con retroactividad. Además, el DNU fue firmado cuando existía un proyecto de ley en tratamiento en el Congreso. La iniciativa recibió modificaciones en el Senado en agosto pasado y está pendiente su aprobación en Diputados.
Con argumentos similares, la oposición también rechazó el decreto con el que el Gobierno busca ofrecer a empresas privadas frecuencias asignadas a ARSAT para la explotación de servicios 4G. La senadora Anabel Fernández Sagasti (FpV) califció al DNU como parte de la política de “destrucción de la industria satelital” y recordó que lo firmado por el presidente es violatorio de la Ley 27.208, que indica que se precisan los votos de dos tercios del Congreso para reasignar frecuencias que pertenecen a ARSAT.
El tercer revés recibido por el oficialismo estuvo en el DNU con el que el Poder Ejecutivo reemplazó la Secretaría de Deportes por la Agencia de Deporte Nacional. La iniciativa recibió el rechazo de un amplio sector de deportistas argentinos, ex atletas olímpicos, clubes de barrios y referentes sociales al denunciar que esconde la intención de realizar negocios inmobiliarios con los terrenos del Cenard. “No tiene atribuciones para vender ningún tipo de inmueble”, intentó argumentar Tonelli para evitar el rechazo.