Docentes, estudiantes y sus familiares se mostraron preocupados por las consecuencias para la salud que genera el funcionamiento del aeropuerto a pocos metros de donde se encuentran los establecimientos educativos.
Las consecuencias del impacto ambiental negativo que causa el incremento de la frecuencia de los vuelos comerciales de Flybondi desde la Base Militar de El Palomar aumentan cada día. Las comunidades educativas de varias escuelas de Hurlingham dieron a conocer las graves complicaciones que les genera la situación.
En estos días han surgido numerosos reclamos de la gran cantidad de escuelas, colegios y jardines de infantes que se ubican en Hurlingham. Es que se encuentran justo en la línea de aterrizaje y despegue de la low cost, ubicados a escasísimos metros en línea recta del fin de la pista.
Las instituciones más comprometidas que siguen adviertiendo sobre la contaminación y el riesgo que genera el aeropuerto comercial son la escuela alemana de Hurlingham, Hurlingham Schule, el instituo Mariano Moreno, escuela Sta. Hilda’s, el coegio Sagrado Corazón de Jesús, y el colegio St. Paul´s. Otros establecimientos que sufren cada vez más el incremento de la frecuencia de los vuelos comerciales son el Esteban Echeverría, EEST N°2, San Fernando, entre otros. Estos habitantes son de los más perjudicados por la contaminación de los aviones de Flybondi.
Durante los primeros días de funcionamiento de Flybondi en El Palomar, los despegues de los aviones eran realizados en sentido hacia El Palomar y los aterrizajes eran efectuados sobre Hurlingham. Sin embargo, en las últimas semanas advirtieron que mientras los aterrizajes se realizan sobre el mismo lugar, a eso se le han sumado los despegues.
De esta manera, se duplicó la contaminación de fuertes ruidos de los aviones junto con la contaminación atmosférica de la estela que emanan. Al respecto ya existen denuncias de que producen un fuerte e irrespirable olor a combustible que se teme sea cancerígeno.
Asimismo, los alumnos y docente padecen un aumento de la distracción, falta de concentración y problemas de disciplina de los chicos.
El Mariano Moreno vive la misma situación que atraviesa su par de El Palomar llamado Emaús. Ambos se encuentran a una distancia de alrededor de 500 metros desde el fin de la pista.
Varios puntos han sido denunciados como violación a las normas de seguridad que cualquier aeropuerto debe tener, más aún tratándose de la cercanía con los espacios como viviendas, instituciones educativas, clubes de barrio y plazas. La línea de despegue y aterrizaje del lado de Hurlingham se encuentra la chimenea de la Goodyear a más de 70 metros de altura. La misma viola la normativa de la OACI que prohíbe obstáculos verticales de más de 45 metros en un radio de 4 kilómetros desde los aeropuertos comerciales. En este caso la chimenea está a solo 550 metros de la Base de El Palomar violando claramente dicha exigencia internacional.